Fuente. Pagina 12, Cuerpo C de El Mercurio (17.07.2016)
La evaluación social de los proyectos de inversión publica ha sido objeto de continuas criticas en el ultimo tiempo. Y si bien nadie desconoce su rol y relevancia en la capacidad de evaluar económicamente que las inversiones sean rentables para la sociedad y que no se desarrollen «elefantes blancos» que queden carentes de uso, el Ministerio de Desarrollo Social (MDS) era objeto de criticas al no ver mas allá de la rentabilidad económica de las propuestas urbanas, como si ella fuera la única medida, aislada, que definiera la pertinencia o no para dar luz verde a estas inversiones. Asi ocurrio durante años. Y fue a raíz de la negativa que el MDS emitió en los ultimos meses a la propuesta de MetroCable en Antofagasta y la prolongación de Av. Alemania en Valparaiso, que las criticas arreciaron ante la metodología utilizada. Por que es imprescindible entender que intervenciones urbanas de gran escala involucran transformaciones de diversas envergaduras en la ciudad: desde el potencial atractivo turístico que puede traer una obra de infraestructura de transporte moderno (es cosa de ver como el metrocable en Medellin no solo soluciono problemas de los «paisas» que vivían en las empinadas laderas de escasos recursos, sino que se transformaron en polos de atractivo para miles de turistas que visitan la ciudad) hasta la modificación del valor del suelo y con ello el desarrollo inmobiliario de potenciales nuevas centralidades de la ciudad que emerjan a raíz de estas intervenciones. Y ellas son algunos de los objetivos centrales que hoy en dia se ha de exigir a una obra urbana transformadora, a una obra que busque transformar positivamente barrios, comunas o una ciudad completa.
Por ello es muy positivo lo publicado hoy en El Mercurio (pag 12, Cuerpo C), donde se indica que el ministerio este planteando modernizar la herramienta de os evaluación social para introducir los llamados proyectos integrados, que involucran una serie de intervenciones con un desafío común. Es decir, por fin la evaluación entenderá que una obra de gran envergadura no se puede solo medir en cuanto cuesta y cuanto toma en recuperarse esa inversión con una mirada lineal, sino que un proyecto urbano puede transformar positivamente el territorio agregando un abanico completo y complejo de beneficios: mejoramiento del entorno urbano, mejor calidad del paisaje, dignificacion del espacio publico, optimizacion de los tiempos de desplazamiento, generacion de nuevos nodos urbanos , economías de escala por llegada de turismo (local o extranjero). Es decir, una amplia oferta de oportunidades de transformación urbana que puede detonarse a partir de una obra urbana.
De esta manera nos aseguramos que nunca mas se vuelvan a repetir obras tipo el Corredor BRT de Santa Rosa, obra de infraestructura urbana validada solo por la rentabilidad supuesta entre inversión y retorno de la misma, pero que se transformo en una llaga abierta carente de cualquier cualidad de regeneración urbana para las comunas que ella atraviesa en el Sur de la capital.
Una respuesta a “La Evaluación Social y los proyectos Urbanos”